Marchan desnudos en Portlan, Oregón contra el Autoritarismo

PORTLAN, OREGÓN, OCTUBRE 12, 2025.- Una inusual manifestación contra el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) tomó las calles de Portland este domingo, cuando decenas de personas —algunas completamente desnudas, otras con vestimenta ligera— se congregaron para protestar contra la violencia institucional y las políticas de deportación impulsadas por el gobierno federal.

La movilización inició en el Elizabeth Caruthers Park, en el sector sur de la ciudad, donde grupos defensores de los derechos humanos y colectivos locales convocaron a una jornada de desobediencia civil pacífica. A través de pancartas, consignas y performance corporal, los asistentes expresaron su rechazo a lo que califican como un clima de autoritarismo y represión hacia las comunidades migrantes.

Los manifestantes recorrieron diversas calles hasta llegar al edificio del ICE en South Macadam Avenue, donde realizaron una protesta simbólica frente al inmueble. La presencia de agentes federales fue notoria; algunos observaban desde los techos del complejo, mientras en la calle se mantenía un cerco de seguridad que buscaba contener el avance de la marcha.

Durante el recorrido, los participantes entonaron consignas como “Ningún ser humano es ilegal” y “Nuestros cuerpos no son territorio del Estado”. La protesta, en gran medida pacífica, evocó la tradicional “Naked Bike Ride” de Portland, un evento anual en el que la desnudez se utiliza como herramienta de expresión social y de denuncia frente al control gubernamental y los abusos de poder.

El acto buscó visibilizar lo que los organizadores consideran una “militarización encubierta” en el manejo de las políticas migratorias.

La protesta coincidió con los recientes anuncios federales sobre el posible despliegue de la Guardia Nacional en Oregon, lo que ha generado tensiones entre autoridades locales y el gobierno central.

Aunque la movilización no registró incidentes mayores ni detenciones significativas, dejó imágenes poderosas: cuerpos desnudos marchando bajo pancartas que pedían respeto a los derechos humanos y el fin de las redadas migratorias.

Portland, históricamente considerada una ciudad símbolo de resistencia civil, volvió a convertirse en escenario de una protesta que combinó arte, activismo y desafío político. El mensaje fue claro: frente al autoritarismo, la vulnerabilidad también puede ser una forma de protesta.