Homenajean el legado de defensores de los derechos humanos

TIJUANA, SEPTIEMBRE 5, 2025.- En el Centro Cultural de Tijuana, se llevó a cabo un homenaje póstumo a dos defensores de derechos humanos que dejaron un gran legado defendiendo a la comunidad migrante, Ramiro Hernández, voluntario de la Casa del Migrante y el pastor José Antonio Altamirano que fue director del albergue, El Pipila.

Además, la activista, Graciela Zamudio entrego la estafeta a Carolina Farrera como la nueva directora ejecutiva de Alma Migrante.

Graciela Zamudio destacó la importancia de reconocer su labor para inspirar a más personas a defender los derechos humanos y generar un cambio positivo en la comunidad.

Señaló que uno de los retos más importantes para el acceso a la justicia en México es que los juicios de amparo no son accesibles para todas las personas porque no hay suficientes abogados especialistas en amparo que puedan atender todas las causas y llevarlas ante un juez de distrito.

«Por ejemplo el caso de las tarjetas de visitante por razones humanitarias que el Instituto Nacional de Migración no está brindado específicamente a personas que ya se les reconoció la calidad de refugiado en México, esto tiene; esto afecta a sus vidas porque no pueden acceder a sus derechos y servicios básicos», expresó.

Comento que la transición del activismo a jueza de distrito en materia mixta representa un reto y la confianza de su comunidad, pero sobre todo es una gran oportunidad de aportar una nueva forma de ser jueces y juezas.

Por su parte, la nueva directora de Alma Migrante, Carolina Farrera mencionó que la encomienda que recibió es un desafío, sin embargo estará trabajando lo mejor posible para seguir el legado en la defensa de los derechos humanos.

«Tengo mucho amor en el corazón para hacer esta labor y también todo el compromiso para esta ahí con todos los defensores de Tijuana y acompañar a la comunidad», aseguró.

Fotos: Luis Bautista/Border Zoom